Mientras mi
cuerpo y alma se fundían al sentimiento de Amar, tu corazón se iba moldando a
mis afectos. Sin embargo la voz de tus fantasmas pudo gritar más alto y disipar
todo lo que podíamos haber logrado.
La voz del miedo,
de las incertezas se apoderó de tu alma y de tu mente abriendo la mazmorra donde
yacían latentes los fantasmas del pasado.
Echaste por
tierra todas las batallas que juntos habíamos logrado, diste oídos a tus miedos
que deberías haber mantenido distantes de la luz del amanecer.
En aquella playa
juramos luchar juntos y escribir una historia, hoy la distancia nos mantiene
distantes y como todo en la vida tiene un fin, los dados fueron lanzados el juego quedo en otras manos.
La cuenta
regresiva llega al final, creí que fuera posible construir sobre destrozos
pasados, pero no tengo fuerzas para luchar contra la mare. Si aprendí luchar
también aprendí a retirarme a tiempo. Aprendí que las historias se construyen a
dos, y cuando miramos horizontes distintos, todo termina.
Solo lamento no
haber sabido a tiempo que era la escalera para subir la encuesta, y que cuando pasara tu tormenta, desearías embarcarte
en tu propia aventura del vivir. Yo he construido mi mundo con mis propios
recursos. Mis sueños jamás usaron otros para alcanzar cuerpo y alma. Pues la
derrota con el tiempo te deja las manos vacías. Vuela como el viento.
Nunca supiste
realmente que las raíces pesan, pues jamás conservaste raíces. No sabes lo que
significa amar realmente, nunca coloques a una mujer el tener que escoger entre
amores. Pues la voz de las entrañas ciertamente gritará más alto. Y si no sabes
de ese sentimiento, no juegues al progenitor perfecto, pues otros fueron los
que hicieron lo que tú deberías haber hecho.
Nunca es tarde
para descubrir la verdad que se trata de camuflar con palabras bonitas, es el
tiempo que nos revela el verdadero yo de las personas. Y si viste un futuro
incierto yo viví un presente de falsedad.
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